Proyecto IGUALA

Prevención de violencia contra las mujeres en colaboración con el Instituto Navarro de Juventud (3ª edición en Huarte y Santacara)

 

¿En qué consiste el programa?

En 4 sesiones, crearemos una canción con su videoclip y coreografía.  Esto incluye:

  • Creación de la letra
  • Grabación de voces, bases e instrumentos
  • Coreografía
  • Edición del vídeo
  • Composición global

 

 

VIDEOCLIP TAFALLA 2020

 

  • Proporcionar a las y los jóvenes participantes en el programa herramientas, técnicas y recursos que transmitan las habilidades y conocimientos necesarios para poder desarrollar acciones que puedan sensibilizar y prevenir la violencia contra las mujeres en su entorno y entre sus iguales.
  • Crear una jornada de contenidos valiosos en la que aportar recursos y elementos para fomentar la reflexión y prevención de la violencia contra las mujeres a través del empoderamiento de las jóvenes participantes.
  • Fomentar la participación juvenil desde la realidad más cercana creando espacios de escucha y diálogo para pasar a la acción.
  • Concienciar de que la prevención y la sensibilización es una de las mejores herramientas para ayudarnos a erradicar la violencia contra las mujeres.
  • Trasladar la importancia de ayudar a otras personas en situaciones complicadas.
  • Desarrollar interiormente en cada persona un camino de autoconocimiento hasta el empoderamiento.

Vamos a realizar un proyecto cuyo desarrollo constituya un trabajo coordinado para, al finalizar, obtener una acción de campaña de sensibilización para la juventud.

Con una metodología activa por la cooperación y la colaboración entre diferentes jóvenes y con una estrategia temática, LA MÚSICA, el fin es sensibilizar sobre la violencia de género a la manera de las personas jóvenes, pensado desde ellas y creada para ellas.

“Más fuertes trabajando en grupo”. Así se podría resumir de forma sencilla el aprendizaje cooperativo, una metodología que se usa para conformar un grupo de trabajo compacto y, así, impactar en el aprendizaje de una manera positiva. Es una fusión entre el activismo y la puesta en marcha de un proyecto musical.

Sin duda, los aprendizajes de aspectos sociales y transversales en la juventud se desarrollan con mayor eficiencia y garantía de aprovechamiento si la persona se siente partícipe e identifica aspectos de la vida cotidiana.

La violencia de género es uno de los problemas más graves y complejos que afronta nuestra sociedad cuya resolución exige una acción coordinada en sus diferentes ámbitos, entre los que el ámbito juvenil no puede quedar ajeno. “Hasta el viaje más largo comienza por un paso” y ello nos sirve para entender que la enorme complejidad que supone la violencia contra las mujeres y su prevención nos obliga a que la incidencia la hagamos desde cuestiones muy concretas, muy tangibles y muy identificadas, al objeto de que podamos llevar a cabo medidas muy prácticas que tengan una capacidad de actuación muy rápida, que el proceso efecto-reacción sea trasladado al ámbito enseñanza-aprendizaje de la forma más inmediata posible. Pretendemos actuar sobre un campo muy concreto, pero forma efectiva y donde podamos rentabilizar los recursos de aprendizaje de forma eficiente.

En este sentido hemos creído conveniente utilizar la música que ellas y ellos compongan como vehículo para el análisis de situaciones que pueden promover la violencia de género y para concienciar sobre la necesidad de ser sujeto activo en la prevención de dicho problema y la generación de una realidad basada en el buen trato y relaciones saludables.

Consideramos que la música constituye uno de las actividades más constantes en la vida de las y los jóvenes, planteándose como un medio de identificación colectiva frente a la sociedad. La música constituye un elemento diferenciador generacional y de ahí la importancia que le otorgan dentro de su vida. Además de la diferenciación generacional, la música sirve como elemento de diferenciación grupal, por lo que la gente joven busca en la música el vehículo de socialización e identificación dentro de su grupo frente a la sociedad.

Actualmente el acceso a cualquier tipo de música es inmediato y se realiza generalmente, no por medios exclusivamente sonoros como era lo habitual, sino que se accede por medio de internet y redes sociales de una forma audiovisual, donde ya no sólo se escucha una canción, sino que se ve un videoclip con dicha canción.

Por tanto, debemos entender que la música influye de forma directa en la conducta y en la educación de la juventud, por lo que no se puede ignorar este aspecto tan importante de su vida. La socialización por medio de la música es por tanto un elemento a tener en cuenta dentro de la formación de ciudadanos y ciudadanas.

Algunas de las músicas actualmente más escuchadas por jóvenes, adolescentes, e incluso niños y niñas, contiene letras e imágenes de alto contenido sexista, machista e incluso incitador a la violencia de género. Partiremos de ahí para centrar y focalizar el problema de forma tangible y “darle la vuelta”, llevando a cabo modificaciones y actuaciones tendentes a prevenir la violencia de género y desarrollando la capacidad para percibir e identificar conductas sexistas en la música que escuchan en su vida cotidiana y la necesidad de que formen parte activa en la prevención contra la violencia de género en sus ámbitos más inmediatos.

Desde la perspectiva de la construcción social, nos proponemos formar miembros democráticos que tengan conciencia de las problemáticas violentas y de la necesidad de la resolución de los conflictos por medio de cauces pacíficos y acordes a las relaciones saludables e igualitarias.

La lucha contra la violencia de género y el logro de la igualdad de género son apuestas irrenunciables de una sociedad democrática y la prevención y la educación deben ser instrumentos a utilizar en la creación de conciencias, modificación de conductas y socialización de personas, mucho más cuando nos dirigimos a segmentos poblacionales muy jóvenes.

La Ley Foral 14/2015, de 10 de abril, para actuar contra la violencia hacia las mujeres define el concepto de violencia contra las mujeres incluyendo los daños o sufrimientos de naturaleza física, psicológica, sexual o económica, incluidas las amenazas, intimidaciones y coacciones o la privación arbitraria de la libertad, en la vida pública o privada.

Así mismo, en varios de sus artículos aborda la necesidad de impulsar medidas de prevención y sensibilización social. Las medidas de prevención irán encaminadas a promover cambios en los comportamientos socioculturales con vistas a erradicar los prejuicios, costumbres, tradiciones y cualquier otra práctica basada en la idea de la inferioridad de las mujeres, o en un papel estereotipado de las mujeres y los hombres, así como a lograr el empoderamiento de las mujeres desde niñas, a través de la educación formal y no formal. Además, impulsa la realización de campañas institucionales de sensibilización que promuevan el rechazo social de la discriminación y la violencia contra las mujeres, a la vez que fomenten la igualdad entre mujeres y hombres. A este efecto, utilizarán cuantos medios sean precisos para dirigirse al conjunto de la población y especialmente a las mujeres en ámbitos rurales, a la población joven y a los hombres con el fin de revertir las actitudes discriminatorias y violentas.

Iguala Santacara

Iguala Huarte

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